La revolución industrial, el progreso tecnológico, la producción y el comercio acelerado de los bienes de consumo no podían dejar de incidir directamente en el campo de la construcción. Existían dos grandes categorías de productos: las tradicionales (nuevas técnicas) y los nuevos (tecnología moderna). Esta coexistencia de lo viejo y lo nuevo es la causa y efecto de las transformaciones en curso, considerando así la totalidad de la realidad tecnológica de la arquitectura desde finales del siglo XVIII y XIX como un fenómeno que se enmarca en el cuadro de eclecticismo historicista. La arquitectura de la ingeniería es la manifestación más significativa en el campo constructivo de la cultura, marcando es paso más claro entre el pasado y el presente de la historia de la arquitectura provocando el movimiento moderno. La arquitectura de la ingeniería tiene tres grandes campos de aplicación: el de los puentes de hierro, el de las grandes cubiertas de hierro y cristal (conformación variable) y el de los grandes edificios de pisos con esqueleto metálico (invención eminentemente técnica), es por eso que pensamos que sin perder su valor científico y técnico, representa la expresión más típica de la arquitectura de la ingeniería del siglo XIX. Ya en 1780 se empieza a usar las columnas de fundición; Ejemplo: La hilatura Philip & Lee, de Salford, Manchester, construida en 1801 por la fundición de Boulton y Watt, es el primer edificio en el cual, a excepción del muro exterior perimetral, se utiliza una estructura de esqueleto formada por columnas de fundición y vagas de doble T, marcando así la primera fase de la estructura de acero, que aparece finalmente en Chicago después de 1880. En el campo de la cubiertas de hierro y cristal se genera una tipología edificatoria amplia y variad que se desarrolla en el siglo XIX; ejemplo: invernaderos, mercados, cubiertos, en los grandes almacenes, en las estaciones ferroviarias, en las instalaciones pera las exposiciones universales, etc. Todas estas tipologías presentan una gama muy amplia de implicaciones diferentes. Las galerías publicas resuelven un problema urbanístico, los invernaderos botánicos sirvieron como el campo mas dúctil para la experimentación de las nuevas estructuras, las estaciones ferroviarias se crea un tipo de construcción completamente nuevo, mientras que las instalaciones para exposiciones universales, los mercados cubiertos y los grandes almacenes representan toda la gama del comercio, el internacional, el mercado al por mayor y al por menor. Se puede decir que en este campo la arquitectura de la ingeniería encuentra su lenguaje nuevo y especifico. Hablamos ahora solo de arquitectura la cual ha hecho propias algunas modalidades de la ciencia y la técnica de las construcciones. Sin embargo el binomio arquitecto e ingeniero es inevitable como consecuencia de la división del trabajo, de la especialización, de la organización didáctica, etc., provocado todo por la moderna civilización industrial. Esta figura del ingeniero sobre todas las demás: es el realizador de las transformaciones que se concretan en la técnica de las nuevas estructuras urbanas.
Las poéticas del eclecticismo historicista
Como fundamentos de los principios revivals arquitectónicos se encuentran la historiografía y la teorización, originadas de varias formas de algunos estilos del arte del pasado. Teorizar un periodo histórico significa traslado del orden de los hechos al de las ideas, instituirlo como modelo.
